lunes, 24 de octubre de 2011

Qué es de ti

Qué es de ti cuando no estoy, cuando te vas.
Qué es de ti cuando estoy durmiendo y tú tienes la laptop prendida.
Qué es de ti cuando yo viajo a la ciudad de peleado y tú te quedas
en el cuarto con todos tus deseos y pecados.
Qué es de ti cuando estoy con mis amigos y no te encuentro en mi celular,
y si te veo, es en mensajes no enviados.
Qué es de ti cuando dices que llegarás un poco tarde, y cuando lo haces,
abandonas tus porquerías y conciencia en la entrada sin confesarte.
Qué es de ti cuando te das un baño de agua fría y botas los papeles y
envolturas de tus bolsillos en la puerta antes de entrar, para escucharte
narrar en vano una poesía.
Qué es de ti cuando duermes tranquilo y yo te contemplo preguntándome
porqué.
Qué es de ti cuando te vas y yo también, qué es de ti en la noche.
Qué es de ti por la mañana, cuando recién llegas y yo salgo a estudiar.
Hoy no pienso dar tu nombre, porque no sé qué es de ti.
Hoy he dejado de cuestionarte, porque también se me fueron las ganas
de extrañarte.
Sólo me pregunto qué es de ti cuando tengas sueño, frío o hambre.

domingo, 23 de octubre de 2011

Es tiempo de ti

Hoy más que nunca te extraño. Cada cosa que tengo cerca me hace recordarte.
He caído en el fondo de tu abismo y no sé cómo salir. He jurado no retroceder,
estoy avanzando sin ti, pero muero al mismo tiempo por saber si aún te tengo aquí.
Descuida que todo este sentimiento es solo por hoy, voy a volar como un ave hasta
mi almohada para enloquecer pensando en ti. Entregué más de lo que pude pensar
recibir, y volví a perder porque no sé jugar como lo haces tú con todos tus enredos.
De nada ha servido tanto tiempo que el corazón reclamó, si nunca ha sido verdad
lo que entregabas cada madrugada cuando me tenías cerca.
Bueno estoy dispuesto a no juzgarte y no reclamarte lo que hiciste, porque soy
un ser humano y tengo más errores que cuando era niño y no sabía las mates.
hoy he decidido olvidarte y lo estoy haciendo bien, porque empiezo por extrañarte
para luego renegarte. Miro cada cosa que olvidaste y cada cosa que dejaste,
siguen siendo los mismos mensajes de siempre pero no es la misma tinta con la que
escribiste, pues es mentira todo lo que vi y todo lo que sé.
Todo va a seguir siendo igual, los únicos ausentes seremos los dos, nadie fallará
en hablar, pues es el mismo espejo de todo lo que vivimos. Fui feliz al decir que
alguien cuidará de mí para siempre, pero volveré a decirlo cuando ya no estés
conmigo en los próximos días. Esta noche es eterna e imperfecta, pues veo tus fotos
y miro tus ojos y todo vuelve a ser normal, pues lo único que es verdad es que nada
va a volver a empezar ...

lunes, 17 de octubre de 2011

Y la tercera


Es un historial que muchos de mis más cercanos amigos ya conocen o un historial que la mayoría de pasivas envidiosas desean averiguar para “destruirme”. Aquí les muestro el porqué de la similitud de mi historial con el resto:
A: Oye, ¿Conoces a …… ..... ?. Me acosté con él hace dos días.
B: Jaa! ¿En serio? No lo conozco, debiste haberla pasado muy bien entonces porque un amigo me comentó que ese brother lo hace mejor que un dios griego. (Mentira, fui yo quien se acostó con él primero).
A: No me he acostado con Zeus aún pero creo que...... ….. lo supera ;).
B : Fácil ah. Oye me tengo que ir, cuídate mucho un abrazo.
… Y en la mente de B: Ay, si supieras que yo me lo comí primero. Pero bueno ahora ambos somos unos puntos más en la lista de ese pendejo.
¿Ahora entienden? No sé si nuestro mundo es muy pequeño o si nuestros deseos sexuales muy rápidos de realizarse; lo que sí sé es que, los míos y los nuestros, seguirán dándose gracias a nuestra infalible amig@ el/la internet. Es tan pendej@ que no tiene género. En la actualidad no es nada difícil encontrar a alguien cerca por la web que esté buscando lo mismo que tú. ¿Qué? Tú y yo ya sabemos qué. Siempre es sencillo para un gay extrovertido o popular encontrar sexo, ya sea un buen oral en un baño público o dentro de una disco o una cogida de bolas “intencionalmente”. Para mucha gente y de hecho que también para mí, el sexo se encontraba escondido detrás de un clic, mensaje de texto, alerta o llamada, siempre estaba muy cerca, siempre  tan disponible y siempre tan provocador.

Segunda página

Para mí, las experiencias más dolorosas, son las experiencias más ricas. De ellas son mis anécdotas más ciertas, gracias a ellas soy quien soy (¿ o debería decir, lamentablemente por ellas soy quien soy ?). Aún me pregunto y creo que por mucho tiempo más me seguiré preguntando: ¿Soy realmente lo que he querido ser? , ¿Cuál es ese modelo a seguir? , ¿Qué es lo que quiero ser? ,  ¿ Seguiré vivo ?, ¿ O alguna enfermedad venérea consumirá mi ser y veré anulado perpetuamente todo sueño o meta a lograr ? Obviamente no daré una respuesta, pues lo más lógico, viéndome desde una perspectiva sexual y similar al resto de gays, terminaré chequeando mi salud por el temor de haber contraído VIH o cualquiera otra pendejada venenosa y mortal. Nuevamente, tengo 17 años, aún no soy un profesional, estudio para serlo, no sé qué pero estudio. Sigo viviendo con mis padres y para mí, ir a la mejor discoteca gay de Lima es como asistir estúpidamente los domingos por las mañanas a misa. Pobres hipócritas, creen que ahora, yendo a la casa de Dios, podrán ser perdonados por todos los pecados que han cometido durante toda su pecaminosa vida. Por eso no voy, porque para arrepentirse no se necesita ir a la iglesia, no se necesita llorar o hacer falsos juramentos, se necesita ser sincero consigo mismo y CAMBIAR. Cambiar para bien, decirle al alma que necesitamos el cambio para salirnos de todo la mierda que nos rodea. Eso es amarse, eso es amar a Dios, amar la vida que nos ha dado y que nos quitará cuando él decida hacerlo. Soy un joven agraciado, al menos eso me hacen creer los espejos sucios, los flashes y las cámaras sin zoom y de baja resolución, que tiene uno de los historiales sexuales más conocidos que jamás se hayan oído, más conocidos que la Av. Arequipa, más conocido que el último miembro viril que conocí. Mi historial sexual es muy similar al resto, claro, excluyendo a quienes por el momento no deseo mencionar porque sé con toda seguridad que no se han si quiera conocido.

Primera página

Empezar a escribir un libro no es nada fácil; sobre todo para un accidentado “ hombre “ como yo, que no tiene ni 20 años en el mundo pero ya conoce ciertas debilidades que cualquier humano común llama HOMOSEXUALIDAD. Desde muy pequeño siempre me ha gustado averiguar, observar, curiosear por ahí. Será por eso que, siempre y cada vez que algo malo hacía, sentía que descubría un universo paralelo a lo que ya todos conocen. Hasta ahora siento que muy pocas personas me entienden o ¿será que solía estar rodeado de puros ineptos que les costaba escuchar con atención? (me considero tan o más inepto que ellos, nunca presto atención cuando algo no es de mi interés). A mis 17 años, algunos meses atrás de haber escrito esto, tuve que recurrir a los servicios de un profesional para que atendieran las “dudas “; no mías, sino las de mi padre. Éstas no sólo ayudaron a que mi progenitor entendiese que la homosexualidad no es una enfermedad o un problema, ayudó también a que me diera cuenta en el tormentoso círculo sentimental y emocional en el que me encontraba tontamente perdido. La ayuda que recibía logró en mí que abriera los ojos y despertase de lo grave que me encontraba, se agradece. Al salir, me despedía de la psicóloga con un delicado ósculo en su mejilla como cuidándola de lo doloroso que puede ser acercarse cuando estoy irritado, cerraba la puerta, caminaba unos cuantos pasos y al llegar a la esquina de la cuadra, ya ni el nudo en mi garganta ni las lágrimas en mis ojos podían más, ambas se tornaban autónomas y se hacían sentir cuando yo no las aguantaba. Tenía un llanto callado, un silencio único y atrasado que era arrastrado con mucha cautela a través de los años; según yo, era muy bueno escondiendo las cosas. Siempre, y cada vez que ya no aguantaba, mi salida del bombardeante cuarto de preguntas (consultorio) era un dolor o vacío que se notaba en mis húmedos ojos, quizás rojos. Hasta ahora no he mencionado los por qué de esos inevitables sucesos y no pienso hacerlo hasta que lo analicen con su lectura.

domingo, 16 de octubre de 2011

El amor, su camino y una taza de leche...

Hoy tengo ganas de escribir de lo que pueda. Hoy me
acuerdo de mis amores, de mis pasiones, derrotas y emociones. Hoy más de una lágrima conoció mis mejillas y estas se burlaron de mí porque ni yo supe porqué es que lo hacía. Simplemente creo que cuando ves una película o escuchas una canción, siempre vienen recuerdos que quizás no querías recordar porque sabías que te iban a poner nostálgico, que te iban a hacer recordar de aquella persona o de aquel momento que te brindó tanta felicidad, minutos de amor o de alegrías que muy difícilmente regresarán. Bueno es por eso que muchas personas a las cuales conozco; y a mí, nos jode y perturba soportar estos estados de ánimos. Es difícil porque te preguntas: ¿ Si yo lo quería, porqué no funcionó ? Bueno cada quien tiene su respuesta. Yo, en particular, creo que todo tiene una causa y efecto. Creo que, si es que las cosas no han funcionado, no es porque no entregaste lo suficiente, sino porque quizás también no te querían lo suficiente. Es obvio que decir te quiero nunca reemplazará a un TE AMO. Pero tenemos que entender que, si es que no nos lo dicen, es porque no lo sienten así. No forcemos las cosas, éstas tienen que tomar su camino. Ellas sabrán a dónde ir, ellas decidirán si es que dos vidas se juntan o si otras dos se separan. Nunca es tarde para enamorarse, si piensas que el amor no es para ti, que no encuentras a la persona ideal, estás equivocado. El amor llega de diferentes maneras. Para muchos otros, el amor puede venir representado en una taza de leche, en un abrazo, en un pequeño gesto de ternura. Nunca digas que te sientes solo porque no has encontrado al amor de tu vida; muy por el contrario, agradece que tienes personas maravillosas a tu alrederor, amigos maravillosos, una familia maravillosa. Todos tenemos errores, así que no juzgues a los tuyos ni los tildes de nada cuando sabes que los puedes herir, no hay nada más triste que poder ver a un alma llorar...